Los seres vivos compartimos cosas en común, la vida misma que nace y su final. Pero también el sueño. ¿Qué soñarán los peces bajo la profundidad de las aguas? ¿Acaso sueñan que son nadadores profesionales o que algún día cruzarán largas distancias para ser recordados? Este libro plantea una paradoja: que los peces son hombres que sueñan que son peces que sueñan que son hombres. Recurso interesante para pensar en que todo recorrido implica un esfuerzo, la motivación de todos los seres para llegar a un destino.Es la misma lucha de todos los seres por llegar a un destino. Con colores contrastantes y primarios, las imágenes combinan zonas de intensa luz con figuras en blanco y negro, paras crear metáforas que flotan en el líquido informe de la ambigüedad, que es un territorio del sueño, del agua y de lo híbrido: seres que son peces que son personas. Las tintas fosforescentes vibran como destellos en ese mar oscuro que nos envuelve. Distintos estilos son versátiles para nadar en las aguas de ese universo que es la vida, donde nos movemos de un lugar a otro, pero también en las profundidades del subconsciente, en esas capas superficiales, a veces, o profundas que guarda nuestra memoria. Todos a fin de cuentas nos movemos por voluntad propia o impulsados por corrientes misteriosas, que marcan rumbos insondables que deciden cada curso, cada ruta en ese gigantesco e impredecible mapa. Nadadores detona muchas lecturas, en el desconcierto que puede generar un sueño compartido, circular, el de los hombres que sueñan que son peces, que sueñan que son hombres. Pero, sobre todo, nos invita a zambullirnos para empezar nuestro propio nado.